Interpretación de una obra pictórica.
Para hacer una interpretación de una obra pictórica, debemos tener en cuenta los siguientes elementos.
IDENTIFICACIÓN DEL PINTOR Y SU OBRA
Localizarla en el tiempo, esto es, fecha de ejecución y época histórica, y el espacio, es decir lugar de creación y conservación. Ello puede ayudarnos a descubrir los pequeños detalles, como la forma de vestir de los personajes, la técnica utilizada o mobiliario,por ejemplo. ¿Qué tipo de tema representa nuestra obra?
CLASIFICACIÓN DEL TEMA
- Asunto religioso
- Histórico
- Mitológico
- Retrato
- Costumbrista, vida cotidiana
- Bodegón
- Paisaje
- Abstracto
TÉCNICA PICTÓRICA EMPLEADA
- Pintura al temple, es decir, pintura diluida en una proporción de agua, huevo y aceite.
- Pintura al óleo. Pintura diluida en proporción de linaza.
- Acuarela. Pintura mezcla de goma arábiga y agua.
- Pintura acrílica. Pintura realizada con pigmentos sintéticos.
MATERIAL SOBRE EL QUE SE REALIZA
- Pintura al fresco, realizada sobre muro o pared.
- Pintura sobre lienzo, hecha sobre la tela preparada sobre un marco de madera.
- Pintura sobre madera, usadas principalmente para retablos.
- Pintura sobre papel, realizada sobre papel o pergamino.
- Geométricos.
- Fitomorfos.
- Zoomorfos.
- Antropomorfos.
COMPOSICIÓN DE LA OBRA
Supone la disposición de los elementos de la obra: aislados, formando grupos, predominio de la línea horizontal, vertical o diagonal.
ILUMINACIÓN
La luz puede provenir de un foco de luz,por ejemplo, desde una ventana o la luz de una vela.Puede ser una iluminación uniforme, creando sombras y luces.
COLORES
Los colores pueden ser claros, suaves, oscuros, brillantes, contrastados. Los colores cálidos o fríos sirven para acercar o alejar los objetos del espectador y por tanto para crear profundidad. Es importante señalar si hay predominio del color sobre la línea .Debemos analizar si los colores son puros y y yuxtapuestos, creando una pintura plana, o por el contrario, es una pintura basada en diversos tonos generando modelado y volumen.
PROFUNDIDAD Y VOLUMEN
Al respecto, las composiciones pueden ser planas, sin fondo y con predominio de lo lineal y falta de volumen.
Hay que considerar en la obra también el movimiento o la quietud. Los ejes. Son líneas imaginarias, horizontales, verticales u oblicuas alrededor de las cuales se distribuyen los elementos de la pintura , y que se trazan en relación a la posición que ocupan los centros de la obra.
Hay que considerar en la obra también el movimiento o la quietud. Los ejes. Son líneas imaginarias, horizontales, verticales u oblicuas alrededor de las cuales se distribuyen los elementos de la pintura , y que se trazan en relación a la posición que ocupan los centros de la obra.
LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
No hay que olvidar que la pintura es siempre fuente de documentación histórica.
Interpretar una obra de arte significa entender su mensaje, la función o la intención que el artista quiere comunicar. Estas son preguntas que nos podemos hacer para sumergirnos en la obra a analizar. Mientras más respuestas encuentes, mucho mejor.
- ¿Qué te dice el nombre de la obra?
- ¿Qué estado de ánimo te produce la obra?
- ¿Como sientes la obra: ¿interesante? ¿divertida? ¿deprimente? ¿Triste?
- ¿Te gustaría estar plasmado en algún lugar de la obra, dónde? Tal vez escuchas algún sonido, o sientes algún olor cuando vez la obra, podrías describirlos?
- ¿Cómo son los colores? ¿fríos? ¿Calidos?
- ¿Y las pinceladas cómo son? ¿Cortas? ¿Largas? ¿Punteadas? ¿Dramáticas? ¿Suaves?
- ¿Qué crees que haya pasado antes de que el pintor plasmara los colores en el lienzo?
- ¿Qué crees que va a pasar en la próxima secuencia?
- ¿Qué crees que pasa afuera del marco si quisieras continuar con la escena? ¿Atrás? ¿Encima? ¿Debajo? ¿A los lados?
- ¿Que nos quiere decir el artista con su obra?
- ¿Cómo sientes la obra en su totalidad?
- ¿Cuales o cuáles son los detalles que te parecen son más importantes?
- ¿Qué detalle fue el que primero te llamó la atención?
- ¿Cómo sientes la obra, fría, cálida?
- ¿Cómo sientes el clima, llueve, hace viento, es calmado?
- ¿Es de día o de noche?
- ¿Qué lugar del planeta o del universo se plasma en la obra?
- ¿Es un mundo fantástico, o una metáfora, o una realidad?
Y como muchas cosas en la vida, tus pensamientos y reflexiones son lo que hacen la obra interesante e importante, de qué manera la obra te mueve y remueve ideas, estados de ánimo, etc. no importa si te gusta o no te gusta siempre y cuando puedas motivar esa valoración desde un punto de vista analítico y cuando puedas responder ese Que, como, cuando, donde, cual, etc. Sin haberla comprado te has apropiado de ella. Porque la has sentido… la has vivido.
El pintor Tàpies se dirigió así a los jóvenes en una ocasión: He aquí un juego inocente que os propongo que juguemos. Cuando miramos normalmente sólo vemos lo que se nos da a nuestro alrededor: cuatro cosas, a veces muy pobres, vistas sólo por encima en medio del infinito.
Mirad el más sencillo de los objetos.
¡Mirad, mirad a fondo! Y dejaos llevar plenamente por todo cuanto hace resonar dentro de vosotros lo que nos ofrece la mirada, como quien va a un concierto con un vestido nuevo y el corazón abierto con la ilusión de escuchar.
Aprendamos a mirar como el que va a un concierto. En la música hay formas sonoras compuestas en fragmento de tiempo. En la pintura formas visuales compuestas en un pedazo de espacio
La pintura puede serlo todo. Puede ser una claridad solar en medio de un soplo de viento. Puede ser una nube de tormenta. Puede ser la huella del pie de un hombre en el camino de la vida, o un pie que ha golpeado el suelo -¿por qué no?- para decir «¡basta!».
Yo os invito a jugar, a mirar atentamente...yo os invito a pensar. Un cuadro o cualquier objeto artístico es una «obra abierta», no es sólo una expresión del pintor sino que se completa, se cierra con la mirada y las sensaciones que provoca en el que lo contempla; es decir, el espectador reelabora el objeto artístico con su percepción personal.
Esto es mucho más cierto desde finales del siglo XIX, cuando los pintores dejaron de imitar la naturaleza y de concebir como realidad aquello que veían, y empezaron a pintar su «realidad», la que llevaban dentro –lo inconsciente, los recuerdos, lo contenido en la memoria– y su propia y personal percepción del mundo.
Las obras pictóricas dejaron de ser realistas –para eso estaba la fotografía– y comenzaron a ser una libre expresión de los artistas, tanto en sus formas, como en el colorido, en los temas y en la composición.
Por eso es más difícil mirar, contemplar y disfrutar una pintura de arte contemporáneo, pero vamos a intentarlo. Como en todo, es necesario aprender, en este caso aprender a mirar un cuadro, a darnos cuenta de lo que sentimos ante él, a analizarlo, a disfrutarlo, a informarnos y a pensar críticamente sobre esa imagen.
Todo esto es más fácil cuanto más se conozca y se sepa sobre pintura. Pero para llegar al conocimiento del arte es necesario antes practicar una serie de estrategias de observación y de contemplación.
Mirad el más sencillo de los objetos.
¡Mirad, mirad a fondo! Y dejaos llevar plenamente por todo cuanto hace resonar dentro de vosotros lo que nos ofrece la mirada, como quien va a un concierto con un vestido nuevo y el corazón abierto con la ilusión de escuchar.
Aprendamos a mirar como el que va a un concierto. En la música hay formas sonoras compuestas en fragmento de tiempo. En la pintura formas visuales compuestas en un pedazo de espacio
La pintura puede serlo todo. Puede ser una claridad solar en medio de un soplo de viento. Puede ser una nube de tormenta. Puede ser la huella del pie de un hombre en el camino de la vida, o un pie que ha golpeado el suelo -¿por qué no?- para decir «¡basta!».
Yo os invito a jugar, a mirar atentamente...yo os invito a pensar. Un cuadro o cualquier objeto artístico es una «obra abierta», no es sólo una expresión del pintor sino que se completa, se cierra con la mirada y las sensaciones que provoca en el que lo contempla; es decir, el espectador reelabora el objeto artístico con su percepción personal.
Esto es mucho más cierto desde finales del siglo XIX, cuando los pintores dejaron de imitar la naturaleza y de concebir como realidad aquello que veían, y empezaron a pintar su «realidad», la que llevaban dentro –lo inconsciente, los recuerdos, lo contenido en la memoria– y su propia y personal percepción del mundo.
Las obras pictóricas dejaron de ser realistas –para eso estaba la fotografía– y comenzaron a ser una libre expresión de los artistas, tanto en sus formas, como en el colorido, en los temas y en la composición.
Por eso es más difícil mirar, contemplar y disfrutar una pintura de arte contemporáneo, pero vamos a intentarlo. Como en todo, es necesario aprender, en este caso aprender a mirar un cuadro, a darnos cuenta de lo que sentimos ante él, a analizarlo, a disfrutarlo, a informarnos y a pensar críticamente sobre esa imagen.
Todo esto es más fácil cuanto más se conozca y se sepa sobre pintura. Pero para llegar al conocimiento del arte es necesario antes practicar una serie de estrategias de observación y de contemplación.
Creo que ya tenemos una visión bastante amplia para disfrutar e interpretar una obra pictórica.
En el próximo artículo vamos a hacer una descripción sencilla del cuadro de “Las hilanderas” de Velázquez basándonos en los elementos anteriormente referidos.
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